Dice Wikipedia que NPS es un aplicativo que sirve para medir la lealtad de los clientes basándose en su recomendación, es un aplicativo, un indicador tan extendido para las empresas que en muchos casos suele ser el indicador de referencia, se les pregunta a los clientes si recomendarían a sus familiares o amigos la compañía, y se les pide que califiquen esta recomendación en una tabla que va de cero a diez, se considera al cliente promotor si valora a la empresa con nueve o diez, pasivo si valora con siete u ocho y detractor si valora a la empresa por debajo de siete, es decir, de cero a seis. Todos los clientes promotores se dicen que han valorado tan alto como cien, todos lo clientes detractores han valorado tan bajo como menos cien, y los pasivos, que vienen a ser ni fu ni fa, ni siente ni padecen, se mantienen en el cero perpetuo y de esta forma tan sencilla medimos la calidad del servicio, tan fácil como sumar el valor de los promotores, detractores y pasivos y dividirlos entre el total de clientes, y realizada esta operación decimos que nuestro servicio o empresa tiene más o menos calidad dependiendo del valor obtenido de NPS.
No existe en la actualidad un marcador más errático que éste, le pregunto al cliente y el cliente que no está educado en este tipo de valoraciones responde considerando su hatillo académico, y no hay más, muy deficiente, deficiente, insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente, el cliente que valora con un ocho a la empresa no la está valorando de manera indiferente, la está valorando con un notable alto, lo cual a todas luces es una nota extraordinaria, si alguno de nuestros hijos trae en sus calificaciones trimestrales un siete o un ocho nadie se raja las vestiduras y clama el cielo ante la incompetencia de su vástago, le felicitamos y quizás premiamos por su buen trabajo, ¿por qué entonces deberíamos considerar que un cliente no es promotor si valora con un ocho a la empresa?
Este marcador, que seguramente tendrá detrás una investigación muy avanzada de mercado es tan ridículo que resulta irrisorio y lo que es más grave es tremendamente injusto para las empresas y sus trabajadores, las empresas sin trabajadores están vacías de contenido humano, sus empresas contratadas de servicios y sus trabajadores, pongamos un ejemplo para simplificarlo tanto que hasta un niño que esté comenzando con las matemáticas lo comprendería:
Planteamos dos escenarios, tres valoraciones en cada uno de los escenarios, en el primero nos encontramos a dos clientes tremendamente insatisfechos con nosotros, nos han valorado con un cero y un cliente muy satisfecho que nos ha valorado con un nueve y nos recomendaría siempre, habríamos obtenido una NPS de -33, en el segundo escenario otros tres clientes, uno que nos valora con un seis y otros dos que nos valorán con un ocho, resultado de NPS -33; Cualquier persona que observe el resultado final dirá que las empresas son muy parecidas, idénticas en la recomendación del cliente, pero la realidad es que no se parecen en nada, en la primera empresa el 66% de los clientes está muy insatisfecho y nunca recomendarían a la empresa, en la segunda no existe dispersión entre los clientes, las valoraciones están muy cercanas, y muy posiblemente en su generalidad estos clientes estén más satisfechos que los de la primera empresa.
Cualquier otra tabla de medir nos habría aproximado más al pulso del cliente y a nuestras posibilidades de crecimiento y lo expongo aquí:
Existen marcadores más adecuados, indicadores más certeros, alguno americano que no voy a mencionar, este no lo es, confunde, desorienta, y a buen seguro si al cliente le diéramos a elegir entre tres opciones cerradas, 0, 1 y 2, en donde 0 es no recomendaría, 1 es le resulta indiferente y 2 es recomendaría, el cliente que valora con un seis no diría que está en el 0, seguramente puntuaría con 1 y el que valora con un 8, no pondría un 0 daría un 1 a nuestra empresa.
Este marcador se ha seguido en una multitud de empresas internacionales como el cuento El traje nuevo del emperador en el cual nadie era capaz de decirle al soberano que estaba pasando el frío propio de ir en ropa interior, si lo hacen los otros también lo haré yo, y todos hacemos de Vicente que sigue a la gente. Lo peor de este marcador es que los verdaderos problemas puede ocultarlos a los legos y a personas de decisiones en la superficie, en su misma construcción oculta este problema, pues no es lo mismo tener cincuenta clientes con una valoración de seis que cincuenta clientes con una valoración de cero y de cara al resultado los dos tipos de clientes valen lo mismo, no creo, y creer es dudar, que ningún gestor inteligente de equipos valore de igual forma un cero y un seis, en todo caso cuando tenemos un número de muestras grande este marcador puede ocultar como he comentado problemas serios en una campaña. Si presento unos datos fríos la respuesta a esos datos fríos sin contexto es el blanco o el negro, realmente no estoy dando más opciones que esa, si presento los datos de dos campañas que trabajan para el mismo cliente y digo que el resultado de NPS en la primera es cero y en la segunda es -10, mis interlocutores dirán que la primera campaña es mejor que la segunda, pero como en la vida no todo es blanco o negro, si yo presento esos datos desglosados la cosa cambia:
Campaña A |
Campaña B |
|||
Valoración del cliente |
Muestras |
Valoración del cliente |
Muestras |
|
0 |
30 |
6 |
30 |
|
7 |
40 |
8 |
50 |
|
9 |
30 |
10 |
20 |
|
Resultado global |
0 |
Resultado global |
-10 |
|
Media aritmética de resultados |
5,5 |
Media aritmética de resultados |
7,8 |
Asumiendo que en las dos campañas hay mucho trabajo por hacer, en la campañas “peor” nos encontramos con una dispersión de las muestras menor que en la campaña “mejor”, no sólo eso, existe una potencialidad de clientes más propensos a recomendar en la campaña “peor” y además los detractores no son detractores a cuchillo, podrían ser clientes muy exigentes que consideren el seis una nota adecuada. En las dos campañas estarán trabajando para mejorar estos resultados, en la primera existe un problema de base achacable a una multitud de circunstancias que se nos puedan ocurrir, tienen mucho trabajo por delante, en la segunda campaña, es muy posible que en poco tiempo y bajo la auspicio de un plan de acción adecuado se obtengan unos resultados extraordinarios, NPS ha sido el indicador que ocultó la realidad, la media aritmética nos habría dejado en una situación más real que este indicador.
En otro momento analizaremos otros indicadores, NPS podría ser un indicador más y eso no sería criticable, lo que no puede ser es un indicador de referencia como es ahora.